Quiero refrescar este artículo que ya se trabajó en el curso anterior. La idea de publicarlo en aquella ocasión partía de una serie de comentarios que surgieron en el aula a raíz del papel de la Iglesia en la historia reciente de España. Comentábamos entonces que no podíamos estudiar la II República y la Guerra Civil olvidándonos del contexto europeo de aquellos años: fuerte crisis económica y la consiguiente crisis de las democracias de la Europa de entreguerras, consolidación de la Unión Soviética , ascenso de los fascismos... Y lo comentaba porque algunos parecían empeñados en ver la historia de España como una anomalía al margen del resto del continente, partiendo de una idea de la historia de España que, quizás nos viene del pesimismo de la Generación del 98 y del 14: una visión pesimista que empieza a fraguarse con la oportunidad perdida que supuso la Constitución de Cádiz y que acaba con la pérdida de las últimas colonias a finales del siglo XIX. Francesc de Carreras escribía en La Vanguardia:
Con motivo de celebrar este año el segundo centenario dela Constitución de 1812, se ha sostenido que las
Cortes de Cádiz fueron una gran ocasión perdida para dar un giro a la historia
de España y orientarla por la senda liberal, pero desgraciadamente el intentó
se frustró y el liberalismo español apenas volvió a levantar cabeza y, cuando
lo hizo, fue durante muy breves e inestables periodos que apenas dejaron
huella. En conclusión, España quedó estancada y no evolucionó al compás de los grandes
estados occidentales: no hubo desarrollo económico, ni político, ni social, ni
cultural comparable al del resto de Europa. Sólo con la democracia actual y la
entrada en la Unión
Europea hemos pasado de ser diferentes (el famoso Spain is
different) a ser normales, de ser una excepción en nuestro entorno de países
avanzados a formar parte de ellos.
Y aquí viene el debate que se abrió en el aula, porque algunos alumnos recordaban cómo la Iglesia Católica había sido uno de los agentes más activos en contra de cualquier intento modernizador de nuestro país. Y cómo además, la reforma religiosa que se intentó llevar a cabo durante la II República, no era ninguna novedad en muchos aspectos, pues unos cuantos años antes, José Canalejas ya intentó hacer algo parecido.
Sería, por tanto, el papel jugado por la Iglesia en nuestra historia reciente, uno de los hechos diferenciales de España, una de esas anomalías que sí marca una clara diferencia con lo que había ocurrido en nuestro entorno.
Por eso rescato este artículo que habla de José Canalejas, asesinado en 1912, (casi veinte años antes de que se proclamase la República, y por cierto, católico practicante), para que os hagáis una idea de que la denominada cuestión religiosa, no era algo nuevo que nacía con el régimen republicano, sino más bien una constante en nuestra historia que ya dura demasiado tiempo.
Con motivo de celebrar este año el segundo centenario de
Catedrático de Derecho Constitucional de la UAB . Extracto del artículo ¿España ha sido diferente?, publicado en La Vanguardia el 23 de agosto de 2012
En el citado artículo, se nos recuerda también la visión contrapuesta a este pesimismo, esgrimida por historiadores de prestigio que han profundizado en el tema, aportando alguna hipótesis interesante: desde Vicens Vives a Santos Juliá (que cita a su vez un interesante estudio de José Varela Ortega sobre la Restauración) o Nigel Towson, con su monografía sobre el primer tercio del siglo XX en España (¿Es España diferente?,
Taurus, Madrid, 2010). Estos historiadores nos sugerían que el sostenido crecimiento económico en las tres primeras décadas del siglo o el desarrollo científico y cultural (la Edad de Plata), convertían a España en uno más de nuestro entorno, no tan distinto al resto de potencias occidentales.
Francesc de Carrears acaba el artículo con lo que él considera la verdadera anomalía: La anomalía fue Franco. En lo demás, España ha sido un país europeo normal.
Y aquí viene el debate que se abrió en el aula, porque algunos alumnos recordaban cómo la Iglesia Católica había sido uno de los agentes más activos en contra de cualquier intento modernizador de nuestro país. Y cómo además, la reforma religiosa que se intentó llevar a cabo durante la II República, no era ninguna novedad en muchos aspectos, pues unos cuantos años antes, José Canalejas ya intentó hacer algo parecido.
Sería, por tanto, el papel jugado por la Iglesia en nuestra historia reciente, uno de los hechos diferenciales de España, una de esas anomalías que sí marca una clara diferencia con lo que había ocurrido en nuestro entorno.
Por eso rescato este artículo que habla de José Canalejas, asesinado en 1912, (casi veinte años antes de que se proclamase la República, y por cierto, católico practicante), para que os hagáis una idea de que la denominada cuestión religiosa, no era algo nuevo que nacía con el régimen republicano, sino más bien una constante en nuestra historia que ya dura demasiado tiempo.
El enlace que os pongo no es a El País, donde fue publicado, sino a la página www.claseshistoria.com que recoge este artículo. Leerlo y escribir vuestra opinión personal. Por cierto, ¿qué quiere decir el autor cuando afirma que para José Canalejas en la España de principios del siglo pasado: "No hay un problema religioso, hay un problema clerical"?.
Actualidad de José Canalejas
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